Página web oficial negacionista: un nuevo mamarracho del gobierno turco

El gobierno de Turquía acaba de lanzar la página web www.1915.gov.tr, dedicado enteramente a sostener su relato negacionista respecto del Genocidio Armenio.  El sitio, que ya se encuentra online, fue realizado por el Departamento de Comunicación de la Presidencia de la República de Turquía, y en su portada se observa una enorme fotografía del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, junto a su firma y la siguiente frase: “En el mundo de hoy, obtener enemistad de la historia y crear nuevos antagonismos no es aceptable ni útil para construir un futuro común”. Paradójicamente, ya desde el vamos el portal pareciera asumir los crímenes del Estado turco, dado que en ningún momento hace alusión a la Verdad y a la Justicia sobre los acontecimientos históricos, sino que se refiere más bien a la “utilidad” de revisar el pasado. El párrafo seleccionado por los cráneos comunicacionales del mandatario turco como carta de presentación, bien podría traducirse del siguiente modo: “Olvidemos todo, hagamos de cuenta que no pasó nada y miremos hacia adelante”. ¿Y la justicia para un millón y medio de mártires se desvanece tan livianamente? Esta propuesta de “borrón y cuenta nueva” es totalmente ridícula e inadmisible. La construcción de un futuro común, una meta estimable y un destino inexorable, sólo puede contemplarse una vez saldadas las cuentas pendientes del pasado.

La página web llama la atención por la pobreza de su contenido, lo repetitivo y la endeblez de sus argumentos. Consta de ocho secciones. La primera se denomina “Los acontecimientos de 1915”, donde básicamente se vuelve a repetir el tradicional discurso turco: que en realidad se trató de una “reubicación de los armenios” hacia zonas que no estuvieran involucradas en el conflicto bélico de la Primera Guerra Mundial, que no niegan el sufrimiento armenio, que pudo haber “excesos” pero no “genocidio”, que también hubo víctimas turcas y que había armenios separatistas y terroristas. Nada nuevo bajo el sol. Si era para repetir estas falacias, bien podrían haberse ahorrado la inauguración de este sitio con tanta pompa.

La segunda sección, mucho más paupérrima aún, denominada “Declaraciones oficiales”, consta tan sólo de siete archivos, de los cuales uno es de la Asamblea Nacional de Turquía proponiendo a Armenia la conformación de un comité histórico conjunto para revisar los hechos, realizado en 2005, y que lógicamente fue rechazado. Los otros seis son mensajes o cartas del propio Erdogan. Una verdadera burla, a la que podemos rebatir con decenas de declaraciones camarales de parlamentos nacionales de más de treinta Estados y países que reconocen el Genocidio Armenio.

En la tercera sección, “Decisiones judiciales”, se presentan ocho enlaces, pero en realidad se refiere tan sólo a dos resoluciones, una en Suiza y otra en Francia, relacionados a la “libertad de expresión”, en el resto de los links hay artículos de prensa u opiniones. En línea con lo precedente y con lo que se oberva en todo el sitio.

La siguiente sección se llama “Terror armenio”, y allí se refieren a las agrupaciones armenias que realizaron operaciones en las décadas de 1970 y 1980, que por cierto no son reivindicables, pero que nada tiene que ver con la veracidad de los hechos de 1915. En todo caso, más bien convalidaría la verdad histórica del genocidio, porque debe operar una injusticia demasiado grande en la psiquis individual y colectiva de mucha gente para que surjan comandos dispuestos a sacrificarse por una causa común.

Luego hay un apartado de “Preguntas y respuestas”, donde se vuelven a repetir los mentados argumentos y la “buena voluntad” turca por llegar a un acuerdo sobre el tema. Aquí cabe remarcar un punto. En la pregunta, “¿Cuántos armenios murieron”?, en el portal, según supuestos censos otomanos de la época, y desmintiendo el millón y medio de víctimas, se “llega a la conclusión” de que si bien no se pueden establecer cifras exactas, cabría estimar que fueron “alrededor de 300 mil”. Ahora, si bien desde luego ese número es falso ya que son 1 millón 500 mil; de todas formas, igualmente el número admitido es una barbaridad. Si 300 mil víctimas no se trata de un genocidio, ¿qué es? Allí se cuidan en señalar que fueron muertes armenias “en el contexto de la Primera Guerra Mundial”.

En la sección “Medios”, se ofrecen videos, que son animaciones turcas sobre el Terrorismo armenio; fotos, ¡sin epígrafes ni explicaciones!, es deicir imágenes que no dicen absolutamente nada, e infografías esquemáticas y anodinas.

Por último, llegamos a la que en teoría debería ser la sección más importante, ya que se trata de los “Documentos”. Sin embargo, como tales, la página web oficial del gobierno turco no nos presenta más que transcripciones de charlas, conversaciones, artículos, textos o disertaciones de un par de presuntos académicos e historiadores, hasta incluso la presentación de un embajador turco. ¿Estos son los documentos probatorios que el Estado turco acredita en su sitio web oficial lanzado exclusivamente para negar el Genocidio Armenio? Una falta de seriedad absoluta.¿Qué se podría esperar, entonces, de la propuesta de “abrir sus archivos oficiales” para ser revisados?

El lanzamiento de este sitio web oficial, que en rigor no llega ni a pasquín estudiantil, es un artilugio que habla a las claras de la debilidad de la posición turca para sostener su negacionismo sobre el Genocidio Armenio, una verdad histórica que en algún momento deberá afrontar.

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