Monseñor Pablo Hakimian: «Hoy debemos trabajar más que nunca por la unidad de la Iglesia»

En julio de este año el presbítero Pablo Hakimian acaba de ser nombrado por el Papa Francisco como Eparca (Obispo) de San Gregorio de Narek en Buenos Aires de los Armenios y Exarca Apostólico para los armenios católicos de América Latina y México. Formado en Filosofía y Teología, da muestras además de un amplio conocimiento en torno a diversos temas y una vasta cultura general. Habla siete idiomas y mantiene permanentes contactos interreligiosos. No obstante, la sencillez y la humildad que lo caracterizan hacen que este cronista no pueda evitar seguir llamándolo en el trato cotidiano con el afectuoso “Padre Pablo” de siempre.

– Monseñor Hakimian, muchas gracias por recibirnos. En primer lugar queremos felicitarlo por su reciente designación por parte del Papa Francisco, un nombramiento muy importante. ¿Cómo recibió esta designación por parte del Santo Padre?

– Agradezco los saludos y las felicitaciones. La comunidad Armenia Católica de la Argentina y del resto de América Latina vive en estos días un tiempo muy especial y particular.

En la Iglesia Católica existe la norma general de que cada obispo de una Diiócesis al cumplir los 75 años de edad debe presentar su renuncia al cargo a su santidad el Papa. En este caso, el Monseñor Vartan Boghossian, que en 2015 cumplió los 75 años, presentó su renuncia como corresponde, sin embargo se le pidió que continuara por uno tiempo más en el cargo. El 4 de julio de este año el Papa Francisco acepta la renuncia de Monseñor Boghossian y me nombra como su sucesor e históricamente segundo obispo para la Eparquía San Gregorio de Narek de Buenos Aires y Exarca Apostólico Armenio para América Latina y México.

Recibir esta noticia fue para mí un impacto muy feliz espiritualmente, pero a la vez de gran desafío humano, ya que ser nombrado Obispo es ser Apóstol de Jesucristo, una elección hecha por el mismo Santo Padre Francisco, un regalo para toda la Comunidad Armenia de América Latina  como Pastor y Guía espiritual, pero también significa para mí un martirio, ya que todo apóstol debe dar su vida por sus fieles, como el pastor da su vida por sus ovejas.

– ¿Podría explicar en concreto en qué consiste su nuevo rol para quienes no están interiorizados?

– Este nuevo rol que me toca vivir es ser Obispo – Padre y Pastor- con la misión de saber enseñar, juzgar y santificar a los fieles armenios católicos de la Argentina y de todos los países de América Latina donde vivan los descendientes de los armenios católicos.

– Quisiéramos que nos cuente un poco sobre su vida, dónde nació, su infancia, cómo se acercó a la actividad pastoral y cómo fue su formación.

– Yo nací en Egipto, en el Cairo. Mi padre era originario de Dikranaguerd y mi madre originaria de Kilis. Hasta los 13 años de edad frecuenté en el Cairo el Colegio de los Hermanos Lasallistas de formación católica. Luego, a raíz de la Guerra de los Seis Días tuvimos que emigrar con mi familia hacia la Argentina donde ya estaban mis abuelos maternos. Aqui en Buenos Aires terminé la escuela secundaria con el título de Perito Mercantil y comencé a trabajar en la casa central del Banco de Boston de esta ciudad. A los 23 años, y buscando realizarme en la vida, sentí el llamado a la vocación religiosa y decidí ingresar en el Pontificio Seminario Armenio de Roma, dónde despues de seis años de estudios filosoficos y teologicos fui ordenado sacerdote en agosto de 1981 para la Comunidad Armenia Católica de la Argentina. Y desde entonces sirvo a la Iglesia entregando lo mejor que pueda tanto en la vida espiritual como en la identidad armenia.

– La gran mayoría de los armenios del mundo pertenece a la Iglesia Apostólica Armenia, considerada  de alguna manera como la «Iglesia Nacional», dado el fuerte vínculo histórico que ha tenido con la identidad armenia y como cohesionador de la nación. ¿Cómo se da este vínculo entre nacionalidad y religión en el caso de la Iglesia Armenia Católica? ¿Existe también o hay una visión más universal?

–  Ser Armenio y ser Cristiano son dos realidades que se complementan y no se contraponen. Solo basta mirar a nuestra historia y ver el ideal de San Vartán, el famoso Vartán Mamigonian, cuyo lema era dar la vida por la fe y por la patria. Fuimos la primera nación en el mundo en adoptar el cristianismo y fue gracias a la Iglesia que nuestro pueblo pudo conservar su lengua y sus tradiciones en los cinco continentes. Hoy debemos trabajar más que nunca por la unidad de la Iglesia. Las divisiones forman parte de la historia, debe prevalecer el espíritu armenio adornado con todo lo que nos regala la fe en Cristo.

– ¿Hay diferencias entre la misa en rito armenio católico con la que se realiza en la Iglesia Apostólica Armenia?

– En realidad no existe una misa en rito armenio católico.  Existe la Misa en rito Armenio y es completamente igual a la Misa armenia de la Iglesia Apostólica Armenia, hoy ya no existen diferencias teológicas entre las dos iglesias. La única diferencia es que durante la Misa nosotros nombramos a nuestro Patriarca y al Papa Francisco, mientras que en la Iglesia Apostólica Armenia se nombra al Katolicós de Echmiadzin.

– El Papa Francisco está llevando a cabo una tarea muy grande en la Iglesia Católica, con alguna resistencia dentro de sectores conservadores. Además suele intentar tender puentes en conflictos internacionales y se ha pronunciado de manera muy contundente en relación al reconocimiento del Genocidio Armenio. ¿Cómo valora su pontificado?

– No olvidemos que el Papa Francisco antes de ser Papa es un ser humano, con la diferencia de que por su rol de Cabeza de la Iglesia Católica, debe buscar la dignidad del ser humano y abogar siempre por la paz y la justicia en el mundo. Asi lo hizo el 12 de abril de 2015 cuando en la Basilica de San Pedro pronunció la palabra GENOCIDIO del pueblo Armenio, reclamando un reconocimiento histórico.

– Se suele considerar en general que la Iglesia Católica pierde espacio frente a un avance notorio de iglesias evangélicas y crecimiento del agnosticismo y ateísmo. ¿Cuál es su visión al respecto?

– El ser humano a traves de la historia vive cada vez en un mundo más secularizado, perdiendo su vocacion natural de un hombre religioso. Los medios modernos de comunicación y el avance de la tecnología en el mundo creó en el hombre un alejamiento de Dios, porque vivimos con los pies en la tierra, y las cosas del mundo son más atrayentes que las cosas espirituales. Sin embargo, tarde o temprano el hombre necesita volver a buscar a su creador porque el cuerpo podremos alimentarlo con las cosas del mundo pero el espíritu solo se alimenta con las cosas de Dios.

– Argentina y Buenos Aires en particular siempre se han caracterizado por el alto grado de convivencia entre distintas culturas y credos a nivel popular. ¿En el plano institucional el diálogo interreligioso se da en el mismo nivel?

-Las Iglesias Armenias (Católica, Apostólica y Evangelica) hoy viven una relación de gran hermandad y mucho respeto, lo que en mi parecer es muy poco, deberíamos sentarnos a conversar más intimamente sobre nuestra realidad hodierna como armenios y cristianos ayudándonos y enriqueciéndonos mutuamente.

– Imagino que debe tener mucho contacto con la juventud. ¿Cómo ve la vocación religiosa entre los adolescentes y jóvenes?

-La vocación religiosa es una realidad vivencial que los adolescentes deben ver, escuchar, sentir y luego imitar.

De nosotros los eclesiásticos, depende el futuro de las vocaciones, debemos dar el ejemplo de entrega y dedicación para que los jóvenes puedan sentir el llamado a la vocación religiosa. Nuestras escuelas armenias deben dar y enseñar los fundamentos y la historia de nuestra Iglesia Armenia para así despertar el llamado a las vocaciones.

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