Ishkhan Chiftjian: «Si abordamos el idioma armenio con seriedad mucha gente se interesa y entusiasma»

Ishkhan Chiftjian nació en Beirut, El Líbano, donde creció y se educó. Luego continuó sus estudios en Alemania, Sobre la base de profundos sentimientos nacionales siente la importancia de la lengua materna, que considera como rasgo distintivo de identidad, y la preocupación por el retroceso que experimenta en toda la diáspora, y la considera como medio de comunicación y de interrelación en la armenidad dispersa. Preocupado por el languidecimiento del armenio occidental, se dedica a su enseñanza y promueve su lectura y su difusión escrita. Por medio de su blog, creado por él y dirigido por un pequeño grupo de personas (hayerenblog.wordpress.com) Ishkhan Chiftjian reúne a personas de muchos países en torno del idioma armenio, leyendo, escribiendo y aprendiendo la lengua. Hemos tenido una entrevista virtual con Ishkhan Chiftjian, cuyas respuestas transcribimos a continuación.

– Señor Chiftjian: ¿qué les diría a las personas que no tienen necesidad del idioma armenio para comunicarse con otras personas? A veces las personas quieren aprender un idioma porque tienen razones y motivos claros para hacerlo; ¿pero usted con qué motivo induciría a esas personas a aprender armenio sin tener necesidad de él?

– Quien no tenga necesidad del idioma armenio y no lo utiliza, que no lo utilice; pero aquel que tenga el mínimo deseo de aprender, aunque sea un uno por ciento, yo estoy dispuesto -y esta es la respuesta a su pregunta- a trabajar sobre ese uno por ciento. No trabajaría sobre la nada. La aseveración contenida en su pregunta acerca de “mi motivo para inducir a aprender armenio” es la existencia del deseo de ese porcentaje mínimo que se encuentra en quien tengo enfrente de mí. Es decir, ese “motivo” no viene de afuera, sino que surge de adentro, no importa que en muy pequeña cantidad. Si lo encuentro en la persona, la induzco a aprender.

– ¿Qué les diría a los jóvenes que alguna vez han aprendido armenio y lo han guardado en un rincón, no lo usan, no hablan, no leen y no escriben?

– Propondría que trataran de recuperar lo que alguna vez aprendieron. Hayeren Blog va con afecto a su encuentro. En nuestra vida hay objetos valiosos por los cuales hemos sentido afecto en algún momento y luego los hemos tirado en un rincón, los hemos olvidado. Si en algún momento nos reencontramos con ellos sentimos una gran alegría. Tomamos uno de ellos y lo ponemos ante nosotros, sobre la mesa, y ellos se transforman en una presencia agradable, inspiradora, hermosa. O quizás… no se transformen en tales. A veces nos cruzamos con personas que ejercen una influencia beneficiosa y constructiva en nuestras vidas, en nuestra cotidianeidad, transformándose en una presencia sincera y una gran compañía para nosotros.

El armenio no es “un objeto” ni “una persona”; sin embargo puede tener su mismo rol o un rol que va más allá y transformarse en nuestro amigo íntimo.

– ¿Por qué medios es probable en este momento convencer a una persona de que hable armenio y utilice el armenio? ¿Cómo se puede estimular a una persona a aprender armenio y a encontrar un sentido en ello?

– El sentido del armenio, el sentido de aprender armenio está en su propio sabor. Así como en nuestras vidas hay personas y objetos que siempre buscamos, que siempre necesitamos, nos dirigimos a ellos en momentos de angustia y de alegría y vivimos su pérdida, de la misma forma el idioma armenio es o puede ser nuestro pariente íntimo. Tenía un amigo orientalista que repetía con frecuencia: “la lengua es un sentimiento anónimo, es una forma de sentir el mundo”.

– ¿Qué experiencias tuvo desde la creación del “Hayeren Blog”? ¿Qué fenómenos positivos y qué fenómenos negativos experimentó?

– Las experiencias han sido muchas, pero la más importante es que más de 200 personas de treinta países del mundo, con edades entre 10 y 75 años, casi todas desconocidas entre ellas, hace cuatro años que escriben, por supuesto que no todas con la misma frecuencia, con el mismo ritmo, el mismo nivel e impulso; sin embargo esta realidad es para mí una experiencia positiva. Personas que no solamente no nos conocían sino que nunca habían oído siquiera nuestro nombre, escriben desde hace algunos años. Algunos no escribían desde antes, otros ya habían empezado a escribir.

En nuestro pueblo personas y organizaciones que han asumido responsabilidades no se han ocupado de una tarea como esta, ni en Armenia ni en la diáspora, ni alientan esta labor. Ese porcentaje insignificante que nos apoya moralmente está integrado por personas que no tienen ni voz ni voto en sus correspondientes organizaciones; es un pequeño grupo de seres de buena voluntad, a quienes siempre estamos agradecidos. Esta actitud de desconsideración, que a nivel armenio está difundida por todas partes, no puede ser la causa de que nosotros no continuemos con nuestra labor.

– En su actividad cotidiana usted está en contacto con personas que viven en diferentes países. ¿Qué diferencias encuentra entre las personas que viven en esos países, teniendo en cuenta su actitud con respecto al uso del idioma armenio como lengua hablada o como lengua de educación y cultura?

– Yo veo en todas partes que si abordamos el idioma armenio con seriedad mucha gente se interesa y se entusiasma. Muchos no están acostumbrados al trabajo de largo aliento, pero sin embargo aprenden. Todo depende de la experiencia.

Desde diversas colectividades armenias mucha gente que trabaja con nosotros está interesada en el idioma armenio. Su actitud frente a la lengua no se diferencia

demasiado de unos a otros. Todos ellos tratan de fomentar en sus círculos de allegados el uso serio y cuidadoso de la lengua.

– ¿Qué errores han cometido las colectividades armenias de algunos países –por ejemplo la comunidad armenia de la Argentina- para perder el uso cotidiano de la lengua armenia y qué hay que hacer –si es posible hacer algo- para cambiar esta realidad?

– La escuela no es suficiente para mantener la frescura de la lengua. ¿Después de la escuela cuál es el destino del armenio? A veces nos hemos planteado esta pregunta. La prensa puede desarrollar una tarea mucho más importante, que no realiza. El cerebro y las posibilidades de las personas que trabajan en las estructuras armenias son muy limitadas y se van limitando aún más paulatinamente. Más aún, en lugar de ampliar nuestros círculos estáticos y de derribar los modelos, de introducir novedades, los hacemos más estrechos.

Uno de nuestros colaboradores de la Argentina me dijo que sus padres no sabían armenio, pero que sin embargo él aprendió la lengua aún después de la escuela dentro del club y que sigue su aprendizaje con nosotros. Usted debe saber cuántas personas más como él se puede encontrar en la Argentina.

Tengo conocimiento de que cincuenta años atrás en la Argentina surgió un grupo de jóvenes armenios que después de los veinte años de edad han querido aprender armenio y lo han aprendido. ¿Qué ocurrió en esos días en la colectividad de ustedes que pueda ocurrir también hoy día? Son ustedes los que deben responder a este interrogante.

“Club de habla armenia”, he aquí una solución, especialmente para los jóvenes. Conozco grupos de habla extranjera en Alemania, por ejemplo. No solo club partidario, sino club idiomático es lo que quiero decir, que tenga un carácter continuo, no un círculo de pasatiempo, sino productivo – no como las festividades anuales de Navidad o Pascua-, en donde predomine el interés por la lengua y no por las ideas o las variedades gastronómicas. Pero no somos un pueblo maduro en este sentido, debemos aceptar esta realidad. Nos dejamos llevar por nuestra variedad de colores. Ese es uno de nuestros “errores”, para el caso de que se quiera hablar de errores.

Hoy día no está claro para nuestras personalidades claves, para nuestra dirigencia, que EL IDIOMA ARMENIO ES FUNDAMENTO Y ALIMENTO DE LA ARMENIDAD.

Luego de las respuestas de Ishkhan Chiftjian, solo nos queda reconocer su aporte y su incansable labor para la difusión del idioma armenio. Invito a visitar hayerenblog.wordpress.com.

Marilyn Tcharian

Compartir