La telenovela turca del momento como pantalla de un régimen negacionista

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La gran popularidad que ha cobrado la telenovela turca “Las mil y una noches”, emitida desde hace unas semanas por canal 13 con altos niveles de audiencia, está siendo sugestivamente utilizada para hacer un lavado de imagen del régimen turco.

En dicha ficción televisiva, se muestra un aspecto totalmente almibarado de la sociedad de Estambul, lo cual basta para que, a raíz de esta narración artística parcializada, se esparzan copiosos comentarios e informes periodísticos sobre la presunta modernidad, “occidentalización” e “islamismo moderado” reinante en Turquía.

Al margen del contenido de la novela de televisión, el cual naturalmente no está puesto en tela de juicio, resulta sospechoso sin embargo comprobar que todas las observaciones mediáticas efectuadas al respecto del país de origen, omitan señalar que se trata de una nación en la cual impera un régimen político que reniega de la libertad de expresión, con un número importante de presos políticos, y que mantiene la misma política negacionista de sus predecesores respecto del Genocidio Armenio, un crimen de lesa humanidad en el que murieron un millón y medio de personas y del que justamente este año se cumple el 100º aniversario.

Por tal motivo, es de esperar que el Estado turco incremente aún más las cuantiosas sumas que destina a una campaña constante de silenciamiento y negacionismo de esta verdad histórica, con el objetivo de contrarrestar los importantes preparativos que la comunidad armenia está organizando a nivel mundial para conmemorar la tragedia y seguir exigiendo justicia y reparación, reclamo que en nuestro país se verá reflejado con trascendentes actividades durante todo el año, de los cuales se destaca el acto central del 29 de abril en el estadio Luna Park.

En este contexto, nos resulta difícil tomar como una mera coincidencia la súbita aparición de esta telenovela y los elogios propagandísticos que suscita, ya que se suma a otros acontecimientos llamativos, como la reciente participación del ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, en un encuentro de embajadores turcos realizado en Ankara, en el que el presidente turco. Recep Tayyip Erdogan. manifestó que su gobierno «desafiará activamente las pretensiones armenias para que Turquía y otros estados reconozcan  el así llamado Genocidio Armenio”.

Como si fuera poco, según versiones periodísticas, Erdogan visitaría la Argentina próximamente, justo en el momento en que la comunidad armenia estará conmemorando los 100 años del genocidio sufrido por su pueblo, que el Estado turco aún se niega a reconocer y reparar. Trascendió que vendría acompañado por los protagonistas de esta telenovela, que a su vez, según fuentes periodísticas, culminaría justo el 24 de abril, fecha exacta en que se cumplen 100 años del Genocidio Armenio.

De confirmarse esta visita, constituiría casi una provocación y una afrenta a la memoria de un millón y medio de mártires, y entraría en clara contradicción con la política de Derechos Humanos que sostiene en la actualidad nuestro país, que en lo concerniente al genocidio contra los armenios se ha manifestado en un categórico reconocimiento mediante la promulgación de  la Ley Nacional 26.199, durante el gobierno de Néstor Kirchner.

La memoria, la verdad y la justicia son pilares fundamentales sobre los que debe cimentarse toda sociedad. Estos valores no están siendo honrados por el gobierno turco. Es un hecho lamentable que una telenovela no puede tapar.

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