La Iglesia Armenia, presente en la misa por la “paz y la unidad” a la que asistieron Macri y Fernández

A horas del traspapaso de mando de la Presidencia de la Nación, la Iglesia logró reunir este domingo 8 de diciembre al mandatario saliente, Mauricio Macri, y al presidente electo, Alberto Fernández, en la basílica de Luján en el marco de una misa por el Día de la Virgen, realizada bajo el lema “por la paz y la unidad”. El arzobispo Kissag Mouradian, Primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina y Chile, dirigió su mensaje durante la ceremonia religiosa, que fue transmitida en vivo y en directo por la mayoría de los canales de noticias del país, al igual que representantes de diversos credos y cultos presentes en la Argentina. La convocatoria fue impulsada por el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo de San Isidro Oscar Ojea. La misa tuvo una gran repercusión nacional y fue celebrada por muchos como un gesto de unidad que supere las divisiones en el país.

Compartimos aquí el mensaje leído por el Arzobispo Mouradian.

“Paz, que podemos decir y pedir en distintos idiomas, diciendo Salam, Shalom, Jaghaghutiún, etcétera. Pero ¿qué es lo que buscamos y queremos en realidad?

Hay silencio en los hospitales y paz en los cementerios, pero no es esto lo que buscamos. No queremos el silencio de los enfermos y tampoco la paz de los muertos. Necesitamos y buscamos la paz de la vida o entre los que están vivos y en este mundo. Queremos el ruido y el barullo de la vida y la convivencia.

Generalmente se habla de la tolerancia, de la no-discriminación. Pero para encontrar la paz debemos buscar la convivencia, hablar de aceptar al otro tal como es y no como queremos que sea.

Nuestro Señor Jesucristo dijo “Mi paz os doy” y “Amaos unos a otros”. Porque Su paz era y es la paz del amor, que acepta todo y perdona todo aún desde el sufrimiento de la cruz. Y hoy nosotros con o sin sufrimiento, debemos acatar ese mensaje y amarnos como hijos del mismo padre sin distinción entre razas, naciones o religiones.

La historia universal demuestra y hoy percibimos que la causa de la ausencia de la paz en general; por un lado es la discriminación, los conflictos y las guerras, las matanzas y genocidios, la usurpación de territorios y los pueblos sometidos. Y por el otro la corrupción, el desempleo, la pobreza y el hambre.

“Lo ideal no existe” dicen algunos, y posiblemente tengan razón; y ¿lo real?… Hay que ser realista y tener un poco de optimismo y mucha fe para poder buscar LA PAZ. Somos débiles individualmente, pero juntos; es posible y nos damos cuenta que en el camino de la búsqueda existen también otros seres de distintas razas o religiones. El mayor logro es encontrar la armonía entre todos. Encontrar la unidad en la diversidad.

En esta oración cada uno de nosotros debe meditar; aunque sea un minuto, para pensar cómo está consigo mismo, con los que vive y por ultimo con El Creador. Y el mensaje principal es aprender ser tolerante y aceptar la convivencia respetando las diferencias, como hijos del único Padre con quien debemos reconciliarnos para poder aceptar a nuestros prójimos como a nosotros mismos y hacer todo lo que queremos que nos hagan.

La Paz y el Amor de nuestro Señor Jesucristo esté con todos y con cada uno de vosotros. Amén”.         

ARZOBISPO KISSAG MOURADIAN 

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