La comunidad armenia le agradece al Papa Francisco

Doble Paño Papa-bajaEl próximo miércoles 24 de junio a las 19. se realizará una Ceremonia de Acción de Gracias en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires (Av.

Rivadavia y San Martín, CABA) en honor al Papa Francisco y su decisivo apoyo al reconocimiento internacional del Genocidio Armenio.

La ceremonia será celebrada por los líderes religiosos de la comunidad armenia en el país y presidida por el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la República Argentina, Cardenal Mario Poli.

En el marco de la conmemoración mundial por el centenario del genocidio armenio, el Sumo Pontífice celebró una misa en la Basílica de San Pedro el pasado 12 de abril. En presencia de las máximas autoridades del Estado Armenio, el Papa Francisco calificó a las matanzas y persecuciones sufridas por los armenios como el “primer genocidio del siglo XX”.

En su homilía el Papa aseguró que “esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla”, en clara referencia a la política

negacionista que lleva adelante el Estado turco sobre esos trágicos sucesos de hace un siglo. El plan de exterminio de los armenios tuvo lugar en el

Imperio Otomano en el período 1915- 1923, dejando un saldo de un millón y medio de víctimas fatales, la usurpación de dos tercios de los territorios ancestrales y el exilio forzoso de centenares de miles de sobrevivientes.

Carta de la comunidad armenia de Argentina enviada a Su Santidad, Papa Francisco:

Su Santidad Francisco

Ciudad del Vaticano

Querido Santo Padre:

Tenemos el alto honor de dirigirnos a Su Santidad en nombre de su querida comunidad armenia de la República Argentina, que este año vive con emoción y fervor patriótico el centenario del Primer Genocidio del Siglo XX, causa de la desaparición de la milenaria Nación Armenia de sus territorios ancestrales.

Los argentinos de origen armenio, descendientes de los refugiados que al amparo de la generosidad de la Nación Argentina hallaron en este suelo patrio el respeto y la consideración que el destino les había negado en su tierra, han sido testigos conmovidos de sus autorizadas palabras de condolencia y solidaridad.

La inolvidable Misa Pontifical del domingo 12 de abril en la Basílica de San Pedro y la aceptación de la figura de San Gregorio de Narek entre los doctores de la Iglesia Universal fueron hechos históricos que llevaron consuelo y reforzaron los dolidos corazones de la armenidad en el marco de la conmemoración del Centenario.

Sus palabras, querido Santo Padre, resonaron desde el altar de San Pedro para recordar a la humanidad que la adhesión a los principios cristianos de misericordia y perdón constituye el capital más preciado de la Iglesia, y que los mismos no son resignados por sus representantes ni después de alcanzar la máxima jerarquía.

La Nación Armenia, cuya irrenunciable fe en Cristo le valió la persecución y el repetido martirio en el transcurso de su historia de continuo testimonio, estuvo representada por sus más altos dignatarios civiles y religiosos en la inmortal jornada del 12 de abril. Millones de armenios de todo el mundo la siguieron por televisión.

Pero nadie como los armenios de la Argentina y los argentinos de origen armenio vio en el altar al Cardenal Bergoglio, a Monseñor Jorge Mario, al querido Padre Jorge al que todos amamos y admiramos desde nuestra identidad espiritual de católicos practicantes o armenios apostólicos, que siempre nos sentimos amados y respetados por usted.

Los débiles y postergados, los que no podemos exponer más que la fuerza de nuestro espíritu, de nuestra fe y de nuestras convicciones, los que no podemos ostentar nuestro poder terrenal, político o económico, nos sentimos reconfortados por su afecto y su valor para defender la verdad.

Nuestra presencia masiva en San Pedro, junto con nuestros obispos Kissag Mouradian y Vartán Boghossian, y dos figuras tan importantes de la Iglesia Argentina, como el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Mario Poli, y el Arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñáñez, constituyó una vivencia única e irrepetible.

Gracias, querido Santo Padre, por estar con nosotros y alegrar nuestros corazones en un aniversario tan doloroso. Gracias por elevar su voz en apoyo de esta Nación pequeña pero valiosa, que ha dado testimonio de fe a través de los siglos y ha sido escarnecida y martirizada, aunque renacida de las cenizas, que espera su visita para recibir sus bendiciones a la vera del bíblico Monte Ararat.

El próximo 24 de junio, en la ceremonia de Acción de Gracias que presidirá el Cardenal Poli en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, rezaremos por Usted, Santo Padre, y elevaremos nuestras oraciones por la paz en el mundo y el cese de la persecución de los cristianos.

Con el amor y la admiración que siempre le hemos dispensado y dirigiendo nuestras oraciones al Altísimo, fuente de toda razón y justicia, lo saludamos con el deseo de que Dios le dé fuerzas para continuar con su histórico apostolado.

COMUNIDAD ARMENIA DE LA REPUBLICA ARGENTINA

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