Arman Avetisyan, un armenio suelto en el fútbol argentino

Arman Avetisyan es un joven armenio que vino a la Argentina con único propósito, ser jugador de fútbol. Como la mayoría de los migrantes armenios, llegó sin saber el idioma.

Su sueño de ser futbolista lo persigue desde pequeño. A los 7 años comenzó a jugar en el club Academy de Ereván, una de las mejores instituciones formativas de la capital armenia. Allí jugó hasta los 16 años, luego emigró a Rusia para poder progresar, pero solo jugó 3 meses en el club CS Tiba, para luego regresar a su tierra natal.

Cuando se acercaba el momento de tener que realizar el servicio militar en Armenia, tuvo que volver a abandonar su tierra natal en busca de su sueño.

Así llegó a la Argentina, “el país del fútbol”, como se lo habían presentado a él. Se albergó como muchos armenios en la calle Libertad y comenzó a trabajar en el rubro de la joyería. Unas semanas más tarde, daría inicio a su carrera futbolística en el país.“Un amigo me presentó a una persona del Club Deportivo Armenio, Marcelo Papazian, quien ahora ya es en un amigo. Él me hizo entrar en Armenio. Casi sin saber hablar el idioma, me levantaba todos los días a las 5 de la mañana para estar a las 7:30 en el estadio en Ingeniero Maschwitz. Me iba hasta plaza Italia, de ahí tomaba un colectivo hasta Maschwitz y de ahí otro colectivo más hasta la entrada del estadio”, cuenta Arman, sorprendiéndose también del sacrificio asumido. “Durante mi primer año en el Deportivo Armenio no podía ficharme, como no tenía documento, no podía disputar los partidos. Con Marcelo intentamos miles de cosas para poder conseguir realizar los trámites de documento o al menos lograr el fichaje. Hasta que al año siguiente ya cumplí 18 años y la AFA me autorizó el fichaje, también con gran ayuda del Club”, agregó.

Después de 2 años en Deportivo Armenio, Arman decidió probar suerte en otro lado, ya que se le estaba complicando mantener el pesado ritmo de entrenar, luego correr hasta el taller de joyería para completar su jornada laboral hasta las 18, y seguir trabajando en su casa hasta las 23.

Pasó por el club Chacarita Juniors durante un año, hasta que a principios de 2019, Marcelo lo volvió a contactar para proponerle jugar en el club Yupanqui, una Institución social y deportiva que cuenta con equipo de fútbol afiliado a AFA y actualmente milita en la Primera D, la última categoría del fútbol argentino.

No cambió mucho la vida de Arman, aún se levanta a las 6 para estar a las 8 en el predio de entrenamiento de Yupanqui, donde juega en la 4º división con muchas posibilidades de lograr el tan ansiado debut en la primera categoría de un club argentino. Es el único jugador de nacionalidad armenia participando en torneos juveniles de AFA, pero pretende ser el único participando en la Primera División.

Ya le queda muy poco tiempo para lograr pegar el salto, y sueña con que el director técnico o alguno de los dirigentes de Yupanqui le dé la oportunidad de hacer su anhelado debut en Primera. No obstante, su sueño principal es aún más grande, y no es muy distinto al de todo futbolista: que luego de ese ansiado momento, su buen desempeño haga que llegue la citación para vestir la camiseta de la selección nacional de su país, Armenia. Si continúa con la misma dedicación, esfuerzo y sacrificio que le permitieron llegar hasta aquí, seguramente eso también llegará.

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