John Evans: “Es hora de que la comunidad internacional dé la bienvenida a Artsaj a la comunidad de naciones»

John-Evans-NKREl ex embajador de Estados Unidos en Armenia, John Evans, señaló que “es hora de que la comunidad internacional dé la bienvenida a la República de Nagorno Karabaj – Artsaj a la comunidad de naciones”, en un artículo titulado «¿Acaso Trump ignorará la visita del presidente de Nagorno-Karabaj? «, publicado por The National, antes de la esperada visita del presidente de Artsaj, Bako Sahakyan, a Washington esta semana.

«En 451, los guerreros armenios, que acababan de perder una feroz batalla con el superior Imperio Persa, se retiraron a los bosques de Artsaj en el Cáucaso del Sur. Habían perdido la guerra, pero conservaron su fe cristiana, y así la consideraron una victoria. Armenia fue la primera nación en abrazar el cristianismo, en el año 301», escribe Evans en el artículo.

«En 2018, una pequeña pero decidida república democrática, la República de Nagorno-Karabaj (o Artsaj, como lo llaman los armenios) está tratando de sobrevivir, amenazada por un poder militarmente superior que desea aplastarlo», continúa el artículo de opinión.

Evans enfatiza que Sahakyan no será recibido por el gobierno norteamericano, “en parte porque Estados Unidos guarda silencio sobre la cuestión de si Artsaj debería eventualmente ser independiente o no de Azerbaiyán, a la que fue anexada por Josef Stalin en 1921. Washington no reconoce a Artsaj, de hecho, ningún país lo hace”, prosigue.

«Dejando de lado el hecho de que Nagorno-Karabaj se separó legalmente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas al mismo tiempo que Armenia y Azerbaiyán lo hicieron, no puede haber ninguna duda de que el conflicto con el gobierno de Bakú comenzó como un conflicto interno. También es cierto que Armenia acudió en apoyo de sus primos en Artsaj, al igual que los armenios de California y de todo el mundo. Y se debe decir que la autodeterminación a veces se puede ejercer dentro de un Estado, como Quebec ha elegido hacer dentro de Canadá. Pero cuando el Estado «padre» emplea violencia contra lo que considera sus ciudadanos, pierde su derecho a gobernar sobre ellos, y surge la cuestión de lo que se ha denominado «secesión correctiva», escribe Evans.

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