EDITORIAL: Solidaridad con el diario “Özgür Gündem” y los periodistas Ragip Zarakolu, Asli Erdogan, Eren Keskin y Filiz Kocali

ozgur-gundemTras el fallido intento de golpe de Estado en Turquía en julio pasado, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan, como era previsible, ha endurecido aún más su ofensiva en contra de medios y periodistas opositores. Recientemente se acaba de ordenar el cierre por orden judicial del periódico “Özgür Gündem”, y a su vez la policía allanó las casas de los periodistas Ragip Zarakolu -quien estuvo en Argentina en 2014 participando de la conmemoración del 99º aniversario del Genocidio Armenio-, Asli Erdogan, Eren Keskin y Filiz Kocali.

El periódico “Özgür Gündem”, salió de todas formas a la calle luego de esta situación, con una edición especial de cuatro páginas bajo el título «No vamos a ceder». El diario apareció en los quioscos como una sección especial dentro del periódico “Atılım”, en solidaridad. En la contratapa rotularon: «No nos pueden silenciar», con las fotos de los trabajadores del diario.

Untitled«Llamamos a todos nuestros amigos a resistir este ataque dirigido contra nuestra publicación, y a nuestra gente a resguardar los medios y la libertad de prensa. Repetimos nuestra postura firme, sin vacilaciones, al igual que lo hicimos frente al ataque del 28 de febrero que los medios de comunicación islamistas han mantenido oculto. Insistimos en nuestra oposición al intento de golpe de julio pasado, pero también estaremos en contra del AKP (partido oficialista). Nunca hemos permanecido callados, no serán capaces de silenciarnos», se lee en el artículo editorial de la publicación..

Desde aquí nos sumamos a la condena de estos ataques a la libertad de expresión y manifestamos nuestra total solidaridad con los trabajadores de prensa de “Özgür Gündem”, así como con Ragip Zarakolu, Asli Erdogan, Eren Keskin, Filiz Kocali y todos los periodistas detenidos o perseguidos por el gobierno de Erdogan.

Uno de los aspectos más salientes del frustrado intento golpista en Turquía fue sin dudas la gran reacción popular que suscitó, con la gente en las calles enfrentando desarmada a los tanques y a los soldados. Ese notable coraje del 482032_1pueblo turco en defensa de la democracia, debería ser dirigido ahora contra el régimen de Erdogan, que aprovechó esa situación para endurecer aún más su veta autoritaria; y a su vez, para enfrentar su propio pasado histórico y admitir los crímenes del Estado turco que han sido ocultados y silenciados desde el poder, asumiendo finalmente el reconocimiento y la reparación del Genocidio Armenio.

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